Ir. on 07/21/2011

Mamita Santa, tu siempre tuviste la razón, tus consejos y regaños, tenían un porque. Ojala, lo hubiese entendido antes. Gracias por tu dedicación, por toda una vida de sacrificios por mi y por todos, madrecita admirable. Te extraño enormemente y me haces falta como el aire que respiro, pero ya tu cuerpecito estaba cansado. Descanza en paz mamita bonita. Mi peluchita. Así sea.